Mal Humor, Inseguridad y Baja Autoestima

Así afectan las disfunciones sexuales masculinas a la pareja, un problema difícil de abordar, pero con solución.

Las mujeres también se ven afectadas por las disfunciones sexuales de sus parejas en silencio. La buena comunicación es clave para obtener resultados positivos y mejoras con los tratamientos

Para millones de hombres, mantener relaciones sexuales se ha convertido en un trauma que afecta a la autoestima y el estado de ánimo de los que las padecen. Los españoles son reacios a consultar a un especialista. En el caso de la disfunción eréctil, llegan a esperar hasta cuatro años, y sólo un 20% de los hombres recibe tratamiento según Boston Medical Group, alianza mundial de clínicas médicas dedicadas al tratamiento de las disfunciones sexuales masculinas.

Irritabilidad, inseguridad, estrés, ansiedad, rechazo al sexo, mal humor y depresión son algunas de las consecuencias de estas patologías que inciden directamente en las relaciones sociales de los que las padecen. Por este motivo, Boston Medical Group, gracias a su experiencia, ayuda también a las mujeres a afrontar estas situaciones con sus parejas a través de diferentes consejos para saber cómo plantear el problema cuando la otra parte se niega a resolverlo.

La reacción más habitual entre los hombres que sufren estos trastornos es negarlo: en el caso de la disfunción eréctil, dos de cada tres varones la oculta o la atribuye a causas puntuales como el cansancio, el estrés o la rutina de la vida en pareja. Principalmente, los hombres no acuden al médico por ignorancia y por miedo al dolor. También existe vergüenza a hablar sobre los problemas sexuales, que muchos varones sienten como una pérdida de hombría. “Es un problema cultural”, explica el doctor José Benítez, director médico de Boston Medical Group: “Las mujeres no se avergüenzan por decir que van al ginecólogo. En cambio, los hombres tenemos más prejuicios, nos cuesta hablar de estas cosas incluso con un médico”.

Una solución en pareja

Cada vez más hombres acuden al especialista acompañados de su pareja. En las seis clínicas de Boston Medical Group en España, la proporción llega al 30%. Esta complicidad es vital para la curación, según destaca el doctor José Benítez: “Hablar del problema y buscar una solución juntos reduce la angustia y mejora la confianza lo que aumenta el éxito del tratamiento”. Incluso hay mujeres que llaman para informarse, porque han detectado el problema y no saben cómo comentarlo con su pareja.

Consejos

  • Si él no saca el tema, inicia tú la conversación. La comunicación es una buena oportunidad para compartir sus sentimientos y aclarar malentendidos. Todo lo que ayude a prevenir los malentendidos está destinado a tener efectos positivos.
  • Sobre todo, no te resignes, no asumas que el problema es una parte normal de la relación.
  • Si tu pareja no quiere asumirlo, acércale toda la información que puedas para ayudarle a entenderlo con mucho tacto.
  • Réstale importancia, que tu pareja no se preocupe más de lo que debe. La capacidad para compartir sentimientos y pensamientos acerca del sexo es un factor altamente relacionado con una plena vida sexual.
  • Bajo ningún concepto hay que caer en reproches, ya que puede terminar destruyendo la relación. Es importante asimilar que tu pareja es tan singular como tú, y lo que para ti puede ser una comunicación adecuada, puede no ser bien recibida por el otro.
  • Lo más importante es sugerir a la otra persona que acuda a un especialista y ofrécete a acompañarlo. Concertar una cita y visitar juntos al médico puede ayudar a superar el estado de ansiedad o vergüenza que sienten muchos hombres.
  • Intenta ayudarle en todo momento. Muchos tratamientos constan de ejercicios, en los cuales la pareja debe tomar un papel activo. Hazle saber los dos estáis implicados y que lo vais a resolver juntos.

Una de las principales trabas es que a los hombres les cuesta acudir al médico casi en cualquier situación. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud encargada por el Ministerio de Sanidad, los hombres de entre 35 y 44 años acuden un 17% menos al médico que las mujeres de la misma edad. Aún así, para muchos hombres descubrir que sus parejas realmente les apoyan y desean recuperar su  vida sexual es un punto de partida muy importante y motivador. Mantener abiertas las líneas de comunicación con la pareja es clave.