¿Sientes poca o ninguna ganas de tener sexo? Hablemos de disfunciones sexuales masculinas.
Es normal que la frecuencia de las relaciones íntimas cambie con el tiempo. Factores como el estrés, el cansancio o la edad pueden influir. Sin embargo, cuando esta disminución ocurre de forma constante o empieza a generar preocupación, puede estar relacionada con un problema de salud, como la disfunción eréctil o la falta de deseo sexual.
Disfunciones sexuales masculinas que pueden afectar la frecuencia de las relaciones íntimas
Aunque es normal que el deseo sexual varíe, hay situaciones en las que es importante prestar atención:
- Disfunciones sexuales:
Condiciones como la disfunción eréctil, la falta de deseo sexual o la eyaculación precoz pueden reducir la frecuencia de las relaciones sexuales. A veces, quienes tienen estos problemas evitan la intimidad por miedo o vergüenza.
- Factores emocionales:
La baja autoestima, la ansiedad sobre el propio cuerpo o el miedo a no cumplir las expectativas pueden disminuir el interés en el sexo. Esto puede llevar a evitar la intimidad, creando un ciclo de inseguridad y malestar.
- Hipersexualidad:
Tener una necesidad excesiva de sexo, como realizar entre 5 y 15 actos sexuales al día, puede ser un signo de hipersexualidad (Cismaru-Inescu et al., 2013). Esto puede causar problemas en la vida diaria y a veces está relacionado con condiciones como el trastorno bipolar, el TDAH o ciertos trastornos de personalidad.
Cambios en la actividad sexual con el paso del tiempo
Un estudio realizado en Latinoamérica estimó un promedio de 7 actos sexuales al mes y que esta frecuencia disminuye con la edad (Pineda et al., 1987). Con el paso del tiempo, los cambios en el estilo de vida, modificando el comportamiento de las personas y su actividad sexual.
En momentos de estrés, enfermedad o depresión, es común que el deseo sexual disminuya. Por el contrario, sentirse bien tanto física como emocionalmente puede aumentar el interés en las relaciones sexuales.
Diferentes formas de entender las relaciones sexuales.
- Para algunos, es una forma de fortalecer el vínculo emocional con su pareja.
- Otros lo ven como una fuente de placer y diversión, ya sea en solitario o con parejas ocasionales.
- Algunas personas priorizan la cercanía emocional o el diálogo antes que la actividad sexual.