Día de la salud sexual: La importancia de tener una vida sexual saludable
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El 4 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Salud Sexual, una fecha simbólica que busca sensibilizar y concienciar sobre la importancia que tiene el ámbito sexual en la vida cotidiana. De ahí que Boston Medical Group, empresa líder mundial en salud sexual masculina, explique las necesidades y beneficios de tener una vida sexual activa.
A pesar de estar dentro de la rama de la salud en general, la salud sexual tiene su día propio para ser conmemorado gracias a la mediación de la Asociación Mundial para la Salud Sexual, que nació con la finalidad de promover la discusión abierta para que las personas puedan expresar su sexualidad de manera sana.
Y es que la sexualidad es una parte integral de la personalidad de todo ser humano. Su desarrollo pleno depende de la satisfacción de necesidades humanas básicas, como el placer, el amor, la intimidad o el deseo de contacto.
Tener una vida sexual plena y activa lleva, irremediablemente, a ser más feliz gracias a una larga lista de consecuencias fisiológicas y psíquicas. Así, el sexo aumenta los niveles de testosterona, potenciando de esta manera la masa muscular, la energía y mejora la respuesta cognitiva. No solo eso. Su práctica reduce el estrés y el dolor, facilita el sueño, combate la depresión, fortalece los vasos sanguíneos y estimula el sistema inmune.
En el plano anímico, basta señalar que durante el acto se liberan endorfinas y serotonina, unas hormonas que provocan en la mente del hombre la sensación de bienestar y optimismo, al tiempo que supone un ‘chute’ para aumentar la autoestima.
Los problemas tienen solución
Sin embargo, el sexo no es siempre sinónimo de placer. Algunos hombres no son capaces de disfrutar del mismo y, lo que es peor, lo sufren en silencio. Ocultan trastornos sexuales que son más habituales en la sociedad de lo que creen y que, desgraciadamente, afectan a las relaciones con la pareja, la familia, el entorno laboral y social. Además, en ocasiones pueden esconder enfermedades mucho más graves y que pueden llegar a ser irreversibles. Así, la Disfunción Eréctil es un factor de riesgo cardiovascular al ser un importante predictor de enfermedad coronaria, sobre todo en menores de 60 años.
A pesar de que algunos piensan que son situaciones que deben guardarse en el cajón de la intimidad, la solución pasa por ponerse en manos de los especialistas. Las consultas ayudan a los hombres a enfrentarse cara a cara con sus problemas para superarlos, con el claro objetivo de recuperar la felicidad a veces perdida.
Solo un tercio de las personas afectadas buscan este tipo de apoyo, aunque los beneficios de la terapia sexual están más que demostrados. Por poner un ejemplo, en Boston Medical Group se atendieron en 2018 un 36% más pacientes con tratamiento de ondas de choque para la Disfunción Eréctil y enfermedad del peyronie (curvatura del pene) que el año anterior, un dato que muestra cómo cada vez más hombres con Disfunción Eréctil de origen vascular tienen la posibilidad de recuperar sus erecciones de forma natural o disminuir las dosis de los medicamentos indicados.
Según el doctor Benítez, director médico de la empresa líder mundial en salud sexual masculina Boston Medical Group, “afortunadamente a día de hoy se puede tener una óptima salud sexual. Los profesionales estamos preparados para ayudar a las personas a que se enfrenten a sus miedos e insatisfacciones en la cama. Trabajamos juntos para que el sexo sea placentero y, en consecuencia, mejoren su estado de ánimo, de salud, su relación de pareja o su desempeño laboral”.
Según el doctor Benítez, director médico de la empresa líder mundial en salud sexual masculina Boston Medical Group, “una de las manifestaciones más habituales del estrés son las disfunciones sexuales. Confiar en el sexo como antídoto contra las preocupaciones cotidianas no es la solución, ya que estas expectativas desembocan en fracaso”.
En ese sentido, “la depresión o la ansiedad, síntomas propios del estrés, son un obstáculo para aumentar la libido. La manera más eficaz de atajar el problema es tratarlo abiertamente con expertos en salud sexual”.
